Mi moto se cala al ralentí: Causas y posibles soluciones

Pocas situaciones resultan tan frustrantes como que la moto se cale justo al detenerse en un semáforo o en un atasco. Si el motor se apaga al ralentí, algo no está funcionando correctamente en la mezcla de aire y combustible o en el encendido. Aunque las causas pueden variar según el tipo de moto, la mayoría de veces el problema se encuentra en tres componentes clave: el filtro de aire, el carburador o la bujía.

Conocer cómo actúan estas piezas y qué síntomas presentan cuando están sucias o desgastadas os ayudará a detectar el origen del fallo antes de sustituir piezas sin necesidad.

Cómo funciona el ralentí y por qué es importante

El ralentí es el régimen mínimo al que el motor puede mantenerse en marcha sin acelerar. Durante esta fase, el sistema de admisión dosifica una cantidad muy pequeña de aire y combustible para mantener la combustión estable.

Cuando algo altera ese equilibrio —una mezcla demasiado rica, un paso de aire obstruido o una chispa débil—, el motor no puede sostener el giro y termina apagándose.

En las motos carburadas, el ralentí se regula mediante un tornillo de ajuste y un chiclé de baja, mientras que en las motos de inyección electrónica, lo gestiona la unidad ECU a través de sensores. En ambos casos, la causa de un ralentí inestable suele ser una entrada de aire incorrecta, una mezcla pobre o una mala combustión.

Filtro de aire sucio o taponado

El filtro de aire es el primer elemento a revisar cuando la moto se cala al ralentí. Su función es retener el polvo y la suciedad que entran por la admisión, pero cuando se satura, impide que el motor "respire" correctamente.

Síntomas probables:

• Ralentí inestable o muy bajo.
• Aceleración perezosa y humo oscuro al arrancar.
• Olor fuerte a gasolina sin quemar.

Soluciones recomendadas:

• Revisar visualmente el filtro y sustituirlo si presenta polvo o aceite acumulado.
• En modelos con filtro de espuma, lavar con agua y jabón neutro, dejar secar y aceitar ligeramente.
• Sustituir siempre por un filtro compatible con vuestro modelo, preferiblemente de marcas reconocidas.

Si el filtro está muy deteriorado o deformado, puede ser momento de considerar un filtro de aire de alto rendimiento, que mejora el flujo sin comprometer la filtración.

Carburador sucio o desajustado

En motos con carburador, esta es una de las causas más frecuentes de calado al ralentí. Con el tiempo, la gasolina puede dejar residuos que obstruyen los conductos y chiclés, impidiendo una correcta dosificación de combustible.

Síntomas probables:

• La moto arranca, pero se apaga a los pocos segundos.
• El ralentí sube y baja de forma irregular.
• Olor a gasolina o presencia de goteos por el rebosadero.

Soluciones orientativas:

• Usar un limpiador de carburadores en spray para eliminar residuos leves.
• Si el problema persiste, considerar un kit de limpieza o un kit de reparación con juntas y agujas nuevas.
• Comprobar que el tornillo de mezcla no esté demasiado cerrado (mezcla pobre) o abierto (mezcla rica).

Para quienes tengáis motos de inyección, el equivalente sería revisar el cuerpo de mariposa y el inyector, pudiendo usar aditivos limpiainyectores si el ralentí es irregular.

Bujía en mal estado o fuera de especificación

Una bujía desgastada o con un electrodo sucio puede generar una chispa débil, lo que provoca una combustión incompleta y, en consecuencia, que el motor se apague.

Síntomas probables:

• Arranque difícil, especialmente en frío.
• Ralentí inestable o con petardeos.
• Electrodo ennegrecido o con residuos de aceite.

Soluciones recomendadas:

• Sustituir la bujía si presenta carbonilla o color negro mate.
• Usar una bujía con el grado térmico y rosca adecuados para vuestro motor.
• Comprobar el estado del capuchón y el cable de alta tensión.

Si queréis entender mejor las diferencias entre los diferentes tipos de bujías, podéis consultar nuestro artículo sobre bujías de iridio o platino, donde explicamos cómo influyen en la duración y el encendido.

Otros factores que pueden causar calado

Además de los tres elementos principales, hay otros motivos menos comunes que pueden provocar que la moto se apague al ralentí:

• Gasolina vieja o con humedad, que altera la combustión.
• Fugas de aire en la admisión, por manguitos agrietados o abrazaderas flojas.
• Nivel bajo de combustible o bomba defectuosa.
• Sensor de temperatura o ralentí defectuoso en modelos con inyección electrónica.
• Aceite sucio o nivel incorrecto, que puede afectar la compresión y la estabilidad del motor.

En estos casos, la sustitución de componentes específicos —como filtros, sensores o manguitos— suele ser la solución más práctica y económica.

Cómo prevenir que la moto se cale

Una moto bien mantenida rara vez se apaga al ralentí. Seguir un plan básico de revisiones os ayudará a evitar estos problemas:

• Cambiad el filtro de aire cada 10.000 o 12.000 km, según el entorno de uso.
• Sustituid la bujía al menos una vez al año o cada 8.000 km.
• Limpieza del carburador o cuerpo de inyección cada temporada.
• Usad gasolina de calidad y evitad almacenarla largos periodos.
• Revisad el ralentí tras cualquier reparación o cambio de componente.

Un ralentí estable es sinónimo de buena combustión y de que todos los sistemas están equilibrados.

Dudas frecuentes

• ¿Por qué la moto se apaga solo en frío? En frío, la mezcla necesita más gasolina. Si el estrangulador o starter no funciona correctamente, el motor se apaga hasta alcanzar temperatura.
• ¿Y si se cala solo en caliente? Podría deberse a una mezcla demasiado rica o a una pérdida de chispa. Revisad bujía y cable de encendido.
• ¿Puedo ajustar el ralentí yo mismo? Sí, siempre que sepáis localizar el tornillo correspondiente. Ajustadlo en pequeñas vueltas y con el motor caliente.
• ¿Cuándo debo acudir a un taller? Si la moto se apaga incluso tras limpiar filtro, bujía y carburador, o si notáis ruidos metálicos, lo recomendable es realizar una revisión más profunda para evitar daños mayores.

Conclusión

Cuando una moto se cala al ralentí, el problema suele encontrarse en una de las tres piezas clave del sistema de admisión o encendido: filtro, carburador o bujía. Con unas comprobaciones básicas y sustituyendo los recambios necesarios, es posible recuperar el funcionamiento estable sin grandes gastos.

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